Suplemento de divulgación científica UCEM

 México: la falta de objetivos

Jesús Rafael Compeán Robles

Alumno de la licenciatura en Comunicación, UCEM

Glosa Suplemento de Divulgación. Año 1, número 1.  Julio-Diciembre 2011


Muchos hemos hablado sobre la situación de México: que si está mal, que si va por el camino correcto, que le falta progresar, que no es correcta la forma en que está siendo dirigido, en fin. Pero para que la situación actual cambie, debemos de entenderla, conocer su historia, conocer las causas de estas consecuencias, interpretar los hechos y así quizás podamos describir lo que vivimos de manera objetiva (y no subjetiva) y poder plantear la idea de una solución.

Antecedentes

Generalmente, alguien se queja de las condiciones en que vive o en la situación en que se encuentra su país. Si bien es una forma de expresar su inconformidad, hay distintos términos para hacer dichas críticas, los principales serían: desarrollo, crecimiento y desarrollo humano.

“Se entiende como desarrollo, la condición de vida de una sociedad en la cual las necesidades auténticas de los grupos y/o individuos se satisfacen mediante la utilización racional, es decir sostenida, de los recursos y los sistemas naturales. Para ello se utilizarían tecnologías que no se encuentran en contradicción con los elementos culturales de los grupos involucrados. Este concepto integra elementos económicos, tecnológicos, de conservación y utilización ecológica, así como lo social y político. La esfera de poder, dentro del contexto social se hace necesaria como forma organizativa y de cohesión legítima, legal y funcional dentro de grupos sociales y como instancia de toma de decisiones entre individuos.” (zonaeconomica.com)

Como menciona la definición, se trata de aprovechar de manera racional y justificada los recursos, para satisfacer las necesidades primordiales y secundarias, principalmente para dirigir al bienestar de una sociedad. Pero aun así, muchas personas lo confunden con el crecimiento. El crecimiento específicamente se centra en el PIB (producto interno bruto) y obviamente recae en el aumento, desarrollo y/o crecimiento de una población, podría decirse que es el desarrollo estrictamente económico de un país.

El último sería el desarrollo humano. Este “…busca garantizar el ambiente necesario para que las personas y los grupos humanos puedan desarrollar sus potencialidades y así llevar una vida creativa y productiva conforme con sus necesidades e intereses. Esta forma de ver el desarrollo se centra en ampliar las opciones que tienen las personas para llevar la vida que valoran, es decir, en aumentar el conjunto de cosas que las personas pueden ser y hacer en sus vidas…” (Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo)

Como vemos, las tres definiciones anteriores están relacionadas sólo en el aspecto de que buscan el avance tanto de la sociedad como de la estructura social.

Si bien, no todo ha sido miel sobre hojuelas en el desarrollo de la sociedad mundial. Un ejemplo claro es la Segunda Guerra Mundial, específicamente las consecuencias dentro de los países que participaron en ella y los que sufrieron el paso de la guerra por su territorio. Quizás sea una mala aclaración en el sentido moral, pero la Segunda Guerra Mundial jugó en favor de la economía de distintos países latinoamericanos. Por ejemplo, México era el abastecedor de países como Estados Unidos (por medio del “programa bracero”) e incluso llego a surtir petróleo a los países del Eje. Otros países apoyaban de distintas maneras mediante exportaciones, por lo que sus economías emergieron al tiempo en que las otras se encontraban enfocadas a la guerra.

Al término del conflicto, los países dejaron de abastecer y gran parte de su ingreso dejó de fluir. A su vez los países que resultaron triunfadores del conflicto crearon distintas organizaciones para dirigir y unificar el flujo de la economía y el mercado. Una de ellas fue la CEPAL. Esta “…es una de las cinco comisiones regionales de las Naciones Unidas, se fundó para contribuir al desarrollo económico de América Latina, coordinar las acciones encaminadas a su promoción y reforzar las relaciones económicas de los países entre sí y con las demás naciones del mundo. Posteriormente incorporó el objetivo de promover el desarrollo social.” (CEPAL)

Como vemos, el impacto de la Segunda Guerra Mundial trajo consigo la creación de mercados unilaterales y organizaciones encargadas de regularlos. Sin embargo, países como México se negaron a la introducción de su economía y mercado al flujo mundial por temor a no salir ganando, situación que ocasionó terribles consecuencias para los países latinoamericanos, como el atraso y la pobreza.

Proceso

Es importante hacer un recuento, no sólo desde la participación de México en la Segunda Guerra Mundial, sino desde los tiempos del Porfiriato para analizar a detalle las características y decisiones de los gobiernos que guiaron a México a lo que es hoy en día.



A principios de siglo, podemos observar el auge de la inversión en México: sus exportaciones y avances en transporte. Con la caída del Porfiriato, vienen los pactos con obreros y favorecimientos a campesinos. Aquí es necesario recalcar la existencia de la deuda extranjera, como una posible antesala a lo que vendría ser la crisis del 82. Esta primera deuda fue “saldada” con preferencias a norteamericanos sobre suelo mexicano, al no aplicar el artículo 27 de la Constitución. Es en realidad una época donde algunas condiciones que retrasaban a México fueron limitadas por los artículos constitutivos.

En el siguiente periodo administrativo hay dos periodos: donde México emerge como exportador y benefactor de petróleo en la guerra; y el segundo, donde se implanta el modelo de sustitución de importaciones, ya que México cierra sus puertas a la exportación para dedicarse a producir dentro del territorio nacional. Esto ocasionó la sobreexplotación de los bienes y por consiguiente un endeudamiento hacia países norteamericanos y extranjeros, para seguir produciendo. A la larga necesitó del dólar y su inversión para subsistir.



El siguiente modelo fue el de desarrollo estabilizador, el cual pretendía estabilizar (valga la redundancia) de los precios y salarios para fomentar el ahorro y la inversión. Si antes el Estado intervenía en la economía, durante esta época su intromisión es ambivalente, ya que al crear empresas públicas también permite la privatización de distintas más. En concreto, trataba de sostenerse por medio de deudas, inversiones a la industria y producción internas, recortes de salario e impuestos a importaciones. Sus consecuencias fueron el incremento de la deuda externa, incremento en la devaluación del peso, la concentración de riqueza, dependencia tecnológica y económica del exterior y la fuga de capitales.

Después entró en vigor el modelo de crecimiento acelerado. En este, el petróleo fue el gran protagonista pues gracias a él México obtuvo un respiro ante la inminente deuda, aunque no logró calmar los conflictos y malestares debido a su mala decisión: lo que ganaba era directo para seguir produciendo y no había reparto equitativo para impulsar a México, sino sólo promover dos sectores: el de la deuda externa y la producción de petróleo.

Después vino el modelo neoliberal, pero ese se desarrollará en el siguiente apartado. Hasta este punto, donde la deuda crece inconsiderablemente, el petróleo es el as de México y los sectores de la población se notan descuidados y retrasados, podemos notar una serie de decisiones, tanto erróneas como acertadas, pero que no tienen un fin común. Ese es el objetivo principal de este ensayo, recalcar la falta de un objetivo común en las distintas administraciones que ha tenido este país. Durante ellas el único fin era subsistir y “salir adelante”, pero ¿adelante hacia dónde?

MÉXICO DE HOY

El modelo neoliberal, específicamente de Salinas de Gortari, comprende una apertura comercial con países extranjeros (cambio radical a comparación de sus predecesores). En gran parte se debe a la globalización. Como sabemos, este proceso se enfoca en la unificación de un mercado unitario derribando fronteras a través de la tecnología como de tratados de cooperación. Continuando con Salinas, aunque el Tratado de Libre Comercio fue una decisión acertada referente al progreso de la economía, cometió una serie de malos aciertos al privatizar grandes empresas, imponer la renta y sobre todo enfocarse al pago de la deuda sin invertir en el desarrollo de México.

Si notamos bien, los cuadros y explicaciones, refieren a un modelo de Estado intervencionista en la economía y desarrollo del país. Este modelo, o conducta, obviamente ha fallado pues su intromisión, como menciono, no tiene un fin específico.

Una publicación (Tendencias Neoliberales en la Reforma de la Gestión Pública en América Latina) señala que en un mundo como hoy, el Estado no debe de obstaculizar al mercado además de que debe coordinar la satisfacción de las  necesidades básicas con el crecimiento económico. Señala 8 tendencias principales:


1.- Cambio en los sujetos responsables de la toma de decisiones.

 Sociedad civil en no gubernamentales.

Promueve desarrollo, democratización, incremento de participación popular  y reducción de la injusticia social.

2.- Privatización.

* Servicios públicos se hacen privados.

* Estado regulador y controlador comunitario.

* Provisión pero convirtiendo el servicio público en una mercancía.

3.- Flexibilidad organizacional.

4.- Modernización del sistema de información y cambios en el control.

5.- Contratación y remuneración laboral flexible y meritocráticas.

6.- Organización centrada en el cliente: elección, calidad y marketing.

* Marketing: publicidad y promociones del servicio.

7.- Desarrollo institucional

8.- Financiar la demanda en vez de financiar la oferta para asegurar eficiencia.” (Gamboa Cacerés & Arellano Rodríguez, 2007)

Pero como todos sabemos, una estructura de gobierno y administración no es posible con personas sin objetivos y fines claros para llevar a todo un país a niveles de desarrollo, ya no contemporáneos, sino decentes.

México se encuentra en una dependencia económica, tecnológica y hasta social de Estados Unidos. La deuda ni siquiera es mencionada como tema de noticieros. La distribución de los recursos se encuentra destinada a saldar cuentas personales contra el narcotráfico y los sectores principales se encuentran en el olvido. Aunque esto último pueda entenderse de una manera subjetiva es cierto. México está así.


CONCLUSIÓN

¿Hacia dónde se dirige México? No sabemos. Pero si no se fija un objetivo o meta clara, seguirá con el mismo curso con el que ha seguido a lo largo de la historia. Se hicieron cosas excelentes en algunas, o en la mayoría de las administraciones, pero por cada una se cometieron 4 o 5 malas decisiones.

El problema del gobierno mexicano puede estar en la discontinuidad de programas, inversiones y construcciones, que si bien algunos apoyan e invierten en el desarrollo de algunos sectores de la infraestructura, no todos pueden seguir con el mismo rumbo e inversión.

A lo que me refiero, es que con cada cambio de gobierno, debe darse una continuidad en las inversiones para proyectos, en los programas de desarrollo y en el crecimiento simétrico del país. Quizás no una continuidad al pie de la letra, sino una actualización a lo que la época requiera.

Este es el punto más importante: la actualización en la organización y administración pública. No se debe de seguir enfocando a interese personales y unilaterales, se debe pensar en conjunto y para la sociedad, para que se desarrolle perfectamente y principalmente para que México pueda integrarse al mercado mundial no sólo como comprador sino como parte fundamental del sistema económico mundial y de América Latina.

La organización es básica y es necesaria una nueva.

 

REFERENCIAS DOCUMENTALES

CEPAL. (s.f.). CEPAL. Recuperado el 23 de Febrero de 2011, de http://www.eclac.org/cgi-bin/getprod.asp?xml=/noticias/paginas/4/21324/P21324.xml&xsl=/tpl/p18f-st.xsl&base=/tpl/top-bottom_acerca.xsl

Gamboa Cacerés, T., & Arellano Rodríguez, M. (2007). Tendencias Neoliberales en la Reforma de la Gestión Pública en América Latina. Gerencias y Políticas de Salud, 46-65.

Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo. (s.f.). Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo. Recuperado el 23 de Febrero de 2011, de http://www.pnud.org.co/sitio.shtml?apc=aAa020081--&volver=1

zonaeconomica.com. (s.f.). ZonaEconomica.com. Recuperado el 23 de Febrero de 2011, de http://www.zonaeconomica.com/concepto-desarrollo

 

 

 

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